Ya veis, hijas mías, cómo la asociación no es obra de los hombres y cómo es evidentemente obra de Dios; porque ¿fueron los hombres los que hicieron enfermar a aquellas personas?, ¿fueron los hombres los que pusieron fuego en el corazón de tantas personas que se dirigieron allá en gran número para ir a socorrerlos? ¿fueron los hombres los que pusieron en los corazones el deseo despertarles una continua asistencia, no solamente a aquellos sino a los que viniesen después? No, hijas mías, no fue obra de los hombre, está claro que Dios actuaba allí con su poder.
(SVP: IX, 233)
Se ha dicho y se ha escrito que la Asociación Internacional de Caridad (A.I.C.) comenzó en España en 1915. Esta información es limitada y recortada. El P. José Herrera en su libro “Historia de las Damas de la Caridad de San Vicente de Paúl” afirma: “Hasta 1915 no empezaron los misioneros españoles a trabajar en esta obra vicenciana”. La Asociación ya existía entonces.
Lo que celebramos en 2015 es el centenario de tres hechos relacionados con la A.I.C. de España:
- La decisión de los misioneros paúles de España de tomar la dirección espiritual, motivación y acompañamiento de la Asociación.
- La ratificación de la aprobación de la Asociación a nivel civil por el Ministerio de Justicia y la aprobación a nivel eclesiástico por el obispo de Madrid D. José María Salvador y Barrera.
- La Constitución del Consejo nacional de la Asociación y su anexión al Consejo general de París como las Asociaciones de los demás países.